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¿Cómo reducir las emisiones de CO2 que producimos en casa?

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Durante millones de años, nuestro planeta fue capaz de regular de forma natural su propia producción de gas, en particular de dióxido de carbono (CO2), hasta que comenzó la Revolución Industrial alrededor de 1760. Durante este tiempo, los productos comenzaron a ser producidos en masa y las técnicas de fabricación mejoraron drásticamente. Toda esta actividad provocó un aumento del CO2 en la atmósfera. Ahora, los coches que conducimos, los edificios que calentamos y la electricidad que utilizamos contribuyen a un aumento mundial del CO2.

A continuación, puedes averiguar por qué el CO2 es malo para nuestro planeta y qué podrías hacer para reducir tu huella de carbono.

¿Cómo afecta el dióxido de carbono al medio ambiente?

Todos hemos oído que demasiado CO2 es malo para nuestra atmósfera y el planeta, pero en realidad, ¿por qué es tan malo?

El CO2 es un gas natural que los seres humanos y los animales crean a través de la respiración. Se conoce como uno de los gases de efecto invernadero. Este gas se acumula alrededor de La Tierra para crear una especie de barrera, o atmósfera. El calor que viene del sol es capaz de pasar a través de esta barrera y golpear la superficie de La Tierra, calentando nuestro planeta. Parte de este calor es irradiado de vuelta a la atmósfera. Sin embargo, si los niveles de CO2 de nuestro planeta son demasiado altos, el calor irradiado no puede penetrar hacia afuera a través de la barrera, y por lo tanto regresa a la superficie de La Tierra. Esto también se conoce como Efecto Invernadero.

Una de las principales preocupaciones con respecto a los niveles de CO2 es el aumento de las temperaturas que se están registrando y los efectos devastadores que esto está causando, por ejemplo, el aumento del riesgo de grandes incendios como los que se han visto en el Amazonas y en Australia durante el año 2020. Las temperaturas elevadas también están derritiendo los casquetes polares, lo que está causando un aumento del nivel del mar y teniendo un efecto negativo en los ecosistemas.

¿Cuánto CO2 producimos los seres humanos?

En 2018, se registró que los niveles de CO2 creados a partir de combustibles fósiles y la industria estaban en 36,2 gigatoneladas. Una gigatonelada es el equivalente a mil millones de toneladas métricas, y una tonelada métrica equivale a 1.000 kilogramos (kg). Esto significa que una gigatonelada es igual a 1.000.000.000.000 kgs. Para poner esto en perspectiva aún más, una gigatonelada equivale a más del peso de cien millones de elefantes africanos.

¿Cómo reducir las emisiones de CO2 en tu casa?

Ahora que hemos destacado lo perjudicial que puede ser el CO2 para nuestro planeta y cuánto de él estamos produciendo, probablemente quieras averiguar cómo puedes reducir la cantidad que creas en casa. Puedes encontrar algunas ideas a continuación.

La caldera quema gas para calentar el agua que se suministra a los grifos y radiadores, pero si el aislamiento de la vivienda no es el más adecuado, este calor podría perderse demasiado rápido. Cuando se pierde el calor, la caldera trabajará más tiempo, desperdiciando más energía y provocando además facturas más elevadas.

Se debería considerar reemplazar o mejorar el aislamiento de la casa para reducir la cantidad de calor que pierde. Esto también incluye sellar las puertas y ventanas adecuadamente para reducir las corrientes de aire frío.

Si se quiere intentar reducir la cantidad de gas que se usa en casa, se podría considerar el cambio a una bomba de calor aire-agua. Estos sistemas no usan ningún gas. La tecnología de la aerotermia, en la que se basan las bombas de calor, utiliza el calor natural que se puede encontrar en el medio ambiente y la electricidad de la red para proporcionar un hogar cálido. Si la electricidad se genera a partir de fuentes renovables, las emisiones de carbono son menores, pudiendo llegar a ser cero.

Añadir paneles solares que producen electricidad usando la luz del sol podría ser extremadamente beneficioso. La mayoría de la electricidad de la red se genera por la quema de combustibles fósiles, que emite CO2 a la atmósfera. Los paneles solares podrían proporcionar electricidad renovable para la casa y ayudar a proporcionar parte de la energía que necesita la bomba de calor, contribuyendo a que se genere menos dióxido de carbono.

No todos los cambios que puedes hacer requieren sacrificios importantes. Pequeñas cosas, como colgar la ropa para que se seque en lugar de usar la secadora, podrían reducir la huella de carbono. También es una buena idea lavar la ropa a 30 ℃, en lugar de hacerlo a temperaturas más altas.

Las bombillas incandescentes han sido tradicionalmente la opción más popular para iluminar los hogares, sin embargo las bombillas LED son definitivamente la opción más eficiente en términos de energía. Funcionan con una eficiencia de alrededor del 90%, en comparación con su contraparte incandescente, que pierde la mayor parte de su energía a través del calor y sólo tiene una eficiencia del 20%. Las bombillas LED también tienen una vida útil mucho más larga, lo que las hace más rentables.

Mucha gente desconecta su teléfono del cable del cargador, dejando el cargador enchufado en la toma. ¿Te suena familiar? Este cargador sigue consumiendo electricidad, a pesar de no cargar el teléfono. Es importante desenchufar estos aparatos cuando no se usan. Esto también se aplica a los dispositivos que utilizan electricidad en modo de espera, como los televisores y los dispositivos de juego.