Solicitud de información

Depósitos de agua de calefacción y bombas de calor: una combinación que merece la pena

Solicitar información

Los depósitos de inercia pueden utilizarse para separar la generación y el consumo de calor, lo que permite utilizar el calor sobrante en otro momento. Esto es esencial para lograr la mayor eficiencia posible en muchos sistemas de calefacción, incluidos, en determinadas circunstancias, los que incorporan bombas de calor. Pero hay que tener en cuenta algunos puntos.

Cómo funcionan los depósitos de agua de calefacción en los sistemas de energía

En términos generales, el depósito de agua de calefacción se instala entre la bomba de calor y el sistema de distribución de calor. La bomba de calor calienta el agua de calefacción que circula por el sistema a través de un intercambiador de calor. Si la energía térmica no se necesita en ese momento, el depósito se utiliza como almacenamiento temporal. Desde allí, el agua se canaliza a los intercambiadores de calor del edificio en función de las necesidades, independientemente de si la bomba de calor está en funcionamiento. Una vez liberado el calor, el ciclo vuelve a empezar.

Razones para instalar una bomba de calor con depósito de inercia

En principio, las bombas de calor también pueden funcionar eficazmente sin depósito de inercia. No obstante, en los puntos siguientes se exponen las razones por las que puede merecer la pena instalar uno.

Con un depósito de agua de calefacción, una bomba de calor puede funcionar de forma muy constante. Como el depósito también almacena calor cuando no se necesita, por la noche, por ejemplo, la bomba de calor tiene que encenderse y apagarse con menos frecuencia. Esto reduce los efectos  de desgaste del equipo y puede prolongar la vida útil del generador de calor.    

Importante: Las bombas de calor modernas, como la Vitocal 250-A y la Vitocal 150-A, funcionan de forma especialmente económica gracias a la tecnología inverter. De este modo, la potencia de la bomba de calor puede adaptarse automáticamente a la demanda de calor del edificio.

El circuito refrigerante debe liberar constantemente la energía térmica obtenida del ambiente para garantizar un funcionamiento eficaz. Un depósito de inercia almacena el calor sobrante, asegurando un caudal constante de agua de calefacción. Si esta energía no se utiliza, el aumento de la presión del refrigerante puede provocar lo que se denomina un fallo por alta presión.  

Importante: Con una planificación óptima, puede eliminar el riesgo de averías técnicas en el funcionamiento de una bomba de calor sin depósito. Su técnico de Viessmann le asesorará teniendo en cuenta todas las circunstancias.  

En caso de interrupción de suministro eléctrico, si su bomba de calor está conectada a un depósito de inercia, podrá utilizar la energía térmica almacenada para calefacción durante estos periodos de interrupción.

En los sistemas de calefacción híbridos con varios generadores de calor integrados, un depósito de inercia complementa de forma óptima a una bomba de calor. Si la bomba de calor se combina con un sistema solar térmico, por ejemplo, el depósito actúa como interfaz y garantiza el buen funcionamiento conjunto de ambos generadores de calor.

La calefacción por suelo radiante como posible alternativa    

No siempre tiene sentido combinar una bomba de calor y un depósito de agua de calefacción. Puede que no necesite un depósito adicional si su casa ya dispone de calefacción por suelo radiante, que, con su superficie e inercia, actúa como un acumulador  térmico en sí mismo. La solera absorbe el calor y lo libera durante más tiempo. Esto significa que los tiempos de interrupción también pueden reducirse  cómodamente. La menor necesidad de espacio es otra ventaja.

Tener en cuenta las pérdidas de calor

Un depósito de inercia almacena energía térmica cuando no se necesita. Pero si el depósito es demasiado grande, pueden producirse pérdidas de calor a pesar de un buen aislamiento. Esto tiene un efecto negativo en la eficiencia global del sistema de calefacción. Sin embargo, las posibles pérdidas de calor se pueden minimizar adaptando de forma óptima el depósito de inercia y la bomba de calor durante la planificación.

Encontrar el depósito de agua de calefacción adecuado para una bomba de calor

Si busca un depósito de inercia para combinar con una bomba de calor, puede elegir entre varias versiones. La elección del depósito adecuado depende de una serie de factores, entre ellos sus circunstancias personales.

  • Depósitos convencionales: Los depósitos  convencionales constan de un depósito aislado térmicamente con varias conexiones. El contenido se mezcla continuamente para garantizar una temperatura media en todo el depósito. Estos depósitos no son adecuados para los sistemas de bomba de calor.
  • Acumuladores bivalentes y monovalente: A estos depósitos se conectan dos o más fuentes de calor. Esto es necesario, por ejemplo, cuando se combina una bomba de calor y un sistema solar térmico para apoyar el sistema de calefacción.
  • Depósitos de estratificación: El agua se almacena en diferentes zonas de temperatura dentro de estos depósitos. Debido a la estratificación estable de la temperatura (agua caliente en la parte superior y agua fría en la parte inferior), el agua se enfría más lentamente. La combinación de depósito de estratificación y bomba de calor es, por tanto, especialmente eficiente desde el punto de vista energético.
  • Depósitos de inercia integrados: Integrados en la unidad interior de la bomba de calor, son una solución especialmente eficiente desde el punto de vista del espacio. Otra ventaja es su instalación comparativamente rápida.                    

Bomba de calor con depósito de inercia y acumulador de agua celiente

Los depósitos de inercia almacenan agua de calefacción. Sin embargo, por regla general, las bombas de calor también proporcionan energía para generar agua caliente sanitaria (ACS). Para transferir la energía térmica al ACS se utiliza un módulo de agua caliente instantánea. El calor del agua de calefacción pasa al ACS en un intercambiador de calor. El depósito de inercia y el módulo de agua caliente instantánea pueden ser unidades separadas o combinadas en un solo aparato. Si complementa su bomba de calor con un acumulador combinado, éste contendrá agua de calefacción calentada y ACS, higiénicamente separadas entre sí. El poco espacio que ocupa es una ventaja. Sin embargo, se dispone de menos capacidad debido a la combinación de depósitos.  

Una buena planificación es esencial  

Como ya se ha mencionado, si quiere garantizar una combinación eficaz de depósito de inercia y bomba de calor, debe encargar a un técnico con experiencia la elaboración de un plan que tenga en cuenta tanto sus circunstancias individuales como los requisitos del sistema. Al fin y al cabo, no todos los depósitos pueden utilizarse en combinación con sistemas de calefacción. La eficiencia de los modelos convencionales y de los depósitos  desarrollados especialmente para su uso con bombas de calor difiere considerablemente. Con el Vitocell Modular 100-VE, Viessmann ofrece un concepto de acumulador adaptado a las bombas de calor Vitocal. Gracias a su diseño modular, es adecuado tanto para nuevos edificios como para proyectos de reforma.  

Respuestas a las preguntas más frecuentes

  • ¿Qué tamaño debe tener el depósito de inercia? Cuando se combinan una bomba de calor y un depósito  de inercia, es importante calcular bien el tamaño. El factor decisivo es la potencia térmica. Por kilovatio se supone un volumen del acumulador de 50 a 100 litros. Un técnico especializado puede calcular el volumen ideal del acumulador para cada situación concreta, teniendo en cuenta todos los factores.    
  • ¿Cuánto espacio ocupa un depósito? Depende sobre todo de la capacidad: cuanto mayor sea el depósito, más espacio ocupará. Sin embargo, con menos de 0,5 metros cuadrados, el depósito  Vitocell Modular, por ejemplo, sólo ocupa un pequeño espacio. La altura depende del volumen del depósito  elegido.       
  • ¿Cuánto cuesta un depósito  de inercia? Los costes varían en función de la tecnología y el volumen del depósito.